Provisiones de morosidad: Cambios en la ley PAR30, cómo afecta a la rentabilidad de las instituciones financieras y consejos para reducir su impacto financiero.
En el contexto de la pandemia del COVID 19, como medida transitoria para contrarrestar los efectos ocasionados por esta, y generar alivio financiero tanto para clientes como para entidades, la Junta de Política y Regulación Financiera en el Ecuador, realizó algunas modificaciones en la normativa. Como principal medida de alivio para las instituciones financieras, se produjo un ajuste en el plazo para el paso a vencido de las deudas impagas, éste se ubicó en 61 días para todos los tipos de crédito (comercial, consumo, vivienda, microcrédito y educativo). Estos cambios se dieron, tanto para los bancos como para las cooperativas, mediante la Resolución Nro. 569-2020-F conocida como PAR30, misma que estuvo vigente desde el 08 de junio del 2020 hasta el 31 de diciembre de 2022.
En este artículo, analizaremos a detalle estos cambios, su impacto en la rentabilidad de las instituciones financieras y brindaremos consejos prácticos para reducir su efecto negativo.
¿QUÉ SON LAS PROVISIONES DE MOROSIDAD?
Empezaremos por explicar que las Provisiones de Morosidad sirven como reservas realizadas por los bancos, cooperativas, mutualistas, casas comerciales, entre otros, para protegerse contra posibles impagos de sus clientes. Es decir que reconocen una posible pérdida provocada por la falta de recuperación de una parte de los créditos que otorgan.
Los entes reguladores establecen estas provisiones en base a un porcentaje de la cartera de deudas reconocidas como incobrables. La legislación varía en cada país, lo que lleva a normativas exigentes en cuanto a la cantidad de provisiones requeridas.
Es importante considerar que el negocio de intermediación financiera depende del riesgo de crédito, es decir, que no garantiza la recuperación del dinero prestado. Por lo tanto, es normal que un porcentaje de los créditos se vuelvan incobrables, volviéndose preocupante cuando se supera el nivel establecido.
El porcentaje de provisiones va en aumento a medida que disminuye la probabilidad de recuperar la deuda, especialmente cuando se acumulan más días de atraso o mora. Las deudas se clasifican en diferentes categorías según el grado de riesgo: cartera preventiva, cartera vencida, cartera castigada y cuentas incobrable. Cada una de estas categorías tiene asignado un porcentaje de provisiones que aumenta progresivamente.
CAMBIOS EN LAS CONDICIONES DE MOROSIDAD EN EL ECUADOR.
En el Ecuador, en el 2020, se introdujeron cambios en las condiciones de morosidad que permitían un mayor tiempo antes de registrar los créditos como vencidos. Medida que ayudó a reducir el impacto en la ruptura de la cadena de pagos durante la pandemia y brindó alivio a las instituciones financieras. Estos cambios permitieron, además, preservar la calificación crediticia de los clientes y ajustar las provisiones de los bancos a la realidad económica afectada por la pandemia. Sin embargo, esta medida fue válida solo hasta el 31 de diciembre de 2022.
A partir del 1 de enero de 2023, los pagos atrasados de los créditos ya no reciben un período adicional antes de considerarse morosos, como se había permitido durante la pandemia. La Superintendencia de Bancos emitió una resolución en donde establece que los pagos no realizados en la fecha de vencimiento serán trasladados a la cartera vencida a partir del día 31, excepto en el caso de los créditos hipotecarios que mantendrán las condiciones actuales.
La resolución Nro. 569-2020-F conocida como PAR30 emitida por la Superintendencia de Bancos adecuó las normas contables de las entidades financieras para cumplir con estos ajustes, mismos que buscan reflejar la reactivación económica y los estándares internacionales en la gestión de morosidad.
CÓMO AFECTA ESTE CAMBIO A TU ENTIDAD Y CÓMO REDUCIR SU IMPACTO NEGATIVO.
Las empresas se exponen al riesgo cuando colocan créditos sin el análisis previo requerido, lo cual puede generar una cartera morosa, impactando negativamente en su liquidez y por consecuencia, en su atractivo a nuevos inversores.
Las entidades financieras al no lograr cobrar una deuda por más de 90 días, generan pérdidas, afectan su solidez y se limita su capacidad financiera.
Aquí, te compartimos 4 tácticas aplicables para que las instituciones financieras reduzcan su provisión de morosidad:
1. Coloca inteligentemente tus créditos, analiza variables cualitativas y cuantitativas.
2. Apoya tus estrategias con un score especializado de cobranzas para identificar de manera temprana la capacidad de pago de tus clientes, lleva un adecuado seguimiento y realiza gestión preventiva de cobranzas.
3. Con ese seguimiento, se vuelve posible que la entidad financiera no tenga que esperar que sus clientes incumplan pagos, si no que, por el contrario, pueden ser proactivos y ofrecer opciones de negociación, como renegociaciones, facilidades de pago que permitan al cliente continuar con su buen historial de pagos.
4. Diversifica tu cartera de créditos – otorgando crédito en diferentes industrias y con diferentes tipos de clientes – las entidades financieras pueden reducir el riesgo de una morosidad generalizada y operar sin la dependencia de un solo (o pocos) sector económico.
Recuerda confiar tus procesos a expertos de intermediación financiera como BANGARA, que pueden ayudarte a gestionar tu cartera de cobranza y reducir el impacto en la rentabilidad de tu negocio
Estas medidas te pueden ayudar a minimizar los riesgos asociados con los impagos y fortalecer la salud financiera de tu empresa.
Fuentes:
Boletín macroeconómico marzo 2023 – AsoBanca.
Las cuotas de créditos ya no tendrán la ayuda dada en pandemia.